Soñé que recordaba, soñé en el pasado, solos tú y yo teniendo una conversación que ya existió. Pero esta vez era diferente, pero esta vez pensaba como ahora y ningún miedo me ataba para estar contigo. Hablando por horas… a ratos te sonrojabas por comentarios que no querías que pararan, siempre tan sutil con una chispa en mi mirada, porque tenía frente a mí… a mi chico perfecto. Aunque me llevaste a la misma encrucijada que me tendías, esta vez pude responder con astucia así que me aventure a besarte; tan apasionado parecía que casi creí real aunque por un largo tiempo nos besamos tenía que despertar.
Cruelmente me di cuenta que no hay marcha atrás y que un beso hubiera sido la diferencia entre el duro golpe de mi realidad actual y el posible futuro que hoy me habría hecho sonreír.
Cruelmente me di cuenta que no hay marcha atrás y que un beso hubiera sido la diferencia entre el duro golpe de mi realidad actual y el posible futuro que hoy me habría hecho sonreír.
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