lunes, 2 de abril de 2012

Nadie me lo pudo decir

Su amor había sido como casi un sueño que perdí cuando desperté y me di cuenta que no le tenía para abrazarte, para decirle que ese corazón era solo mío. Fui perdiendo la ilusión de atrapar otra vez su amor, cada vez era más difícil bajarle de las nubles, cada vez se me hacía imposible pedirle una oportunidad.
Desde que me fui nadie me pudo decir que el amor no era injusto, que las estrellas ya no alumbran el cielo, que cada noche uno se adueña de sus sueños, que no hay amor que rompa una vida en mil pedazos, nadie me podía decir que yo no lloraba por él, que no dejaba de pensar en el último beso.
No sabía si era más difícil ser su amiga y vivir en un mundo donde él se me iba de las manos y ver los sentimientos de los que alguna vez me adueñe, robados por otra tipa o dejar que nuestro destino fuesen simplemente dos mundos que alguna vez llenaron sus vacíos.
Creo que ese dilema siempre lo estará pensando mi corazón.

2 comentarios:

  1. Hola!
    Soy un seguidor de este blog, y me gustaría dedicar a todas las personas que lo leen un precioso fragmento de Montaigne:
    ‎"O como los egipcios, que después de sus banquetes mandaban enseñar a los convidados una gran imagen de la muerte llevada por alguien que gritaba: "¡Bebe y alégrate, porque así serás una vez muerto!". Así que yo también he tomado la costumbre de llevar la muerte no sólo en la imaginación, sino en los labios; no hay nada sobre lo cual me guste más informarme que sobre la muerte de los hombres: qué palabra, qué cara, qué actitud tuvieron; ni pasaje de los libros de historia que más me llame la atención. [...] Si yo fuese hacedor de libros, haría un registro comentado de distintas clases de muerte. Quien enseñase a los hombres a morir, les enseñaría a vivir."

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    1. Es precioso el fragmento la verdad...
      Espero que si puedes siempre te pases por aqui ^^
      Saludos rey!

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