Y hubo pasado el tiempo donde un sentimiento, descontrolado por quién sabe quién, se había convertido en algo manso. aquel orgullo que consideraba perdido, volvió sin más y ahora me negaba a perderlo nuevamente. ¡Con lo que me costó volver a recuperarle...!
Pero quién iba a saber que se escaparía otra vez cuando él volviese a aparecer en mi vida, cuando le volviera a rogar por trigésima vez que se quedara a mi lado después de tanto tiempo. Y eché todo. Mi orgullo ya no era mi, volvía a escaparse, por no hablar de la poca dignidad que aún poseía. Gran tesoro.
Volvíame a sentir sola, hoja caída en caudaloso amazonas había de volver al gran océano. Sus brazos.
** Estoy de nuevo desaparecida, lo sé, pero he vuelto a quedarme sin internet en casa D: pero intentaré estar por aquí de vez en cuando. Que tengais una bonita semana!!
Ah, para quién quiera seguirme en Twitter mi cuenta es @ElectraQuint :)
Que tal, Electra? Espero que bien animada.
ResponderEliminarTalvez todas las personas que buscan ese equilibrio en el vivir, el amor, o en toda relación, creo yo, seamos como esa solitaria hoja por el Amazonas hacia el oceano de los sentimientos. Un abrazo.
Premio!
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